Gurises Unidos reunió a autoridades, academia y sociedad civil para abordar la situación de niños, niñas y adolescentes con familiares privados de libertad
06-01-2023
En el marco del mes de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, se realizó el conversatorio Adultos referentes privados de libertad: Impacto en niños, niñas y adolescentes, en la Universidad CLAEH (Maldonado), con el objetivo de visibilizar una problemática que afecta a más de 18000 niños, niñas y adolescentes en Uruguay.
Crecer con un familiar referente privado de libertad impacta en diferentes aspectos de la vida de niños, niñas y adolescentes. La cárcel atraviesa todas las dimensiones de la vida de esta población, que la mayoría de las veces ya se encontraban en situación de vulnerabilidad y en contextos de violencia. La detención de su referente adulto, las visitas a la cárcel, la asunción de roles adultos, el estigma y la discriminación en el entorno educativo y comunitario, así como el abandono escolar, son impactos que viven con mucha angustia y que los/as afecta a nivel psicológico y emocional.
Si bien en los últimos años hubo avances que dieron visibilidad a la problemática a partir de diversos estudios, aún sigue siendo un desafío el diseño de programas o políticas consolidadas de protección, orientación o apoyo en respuesta al impacto del encarcelamiento de referentes adultos en la vida de las niñas, niños y adolescentes.
En la mesa de apertura, Pablo Abdala, presidente de INAU, señaló la necesidad de abordar este tema a través de procedimientos efectivos y de forma intersectorial, mientras que el Comisionado Parlamentario Penitenciario, Juan Miguel Petit, comentó la importancia de dimensionar la problemática y de generar políticas específicas para mejorar la realidad de esta población. En una línea similar, Gonzalo Salles, director de Gurises Unidos, señaló la importancia de la cuantificación de estos niños, niñas y adolescentes, así como de incorporar este enfoque desde los equipos que trabajan en territorio.
Por su parte, Susana Bonilla, Inspectora Departamental de Educación de Maldonado, mencionó que muchas veces en las escuelas no se cuenta con el registro de los niños, niñas y adolescentes con esta situación, por lo que planteó la necesidad de revertir esto, así como que las/os docentes cuenten con capacitación al respecto. A su vez, Fabián Schamis, en representación de la Intendencia de Maldonado, señaló la importancia de generar este tipo de espacios para mejorar la realidad de estos niños, niñas y adolescentes.
En la actividad se presentó en Uruguay la serie animada Abrazos con su respectiva guía de actividades para trabajar con niños y niñas sobre estos materiales. Los cortometrajes fueron realizados por la Plataforma NNAPES —coalición regional que trabaja en esta temática, de la cual Gurises Unidos lleva adelante la Secretaría Ejecutiva—en alianza con el Canal Pakapaka. La iniciativa contó con el apoyo de Open Society Foundations y Church World Service.
Por último, tuvo lugar un panel a cargo del Lic. Jaime Saavedra, ex director de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado (DINALI) y de la Dra. Verónica Filardo, coordinadora del Grupo de Estudios Urbanos y Generacionales. La propuesta de Saavedra se dirigió a «trabajar desde la empatía y desde el sentido más elemental de humanidad de las personas» para mejorar el funcionamiento de las cárceles y el tratamiento de las familias en las visitas. Por su parte, Filardo instó a pensar el problema a nivel macro, porque «si no entendemos los mecanismos que funcionan, trabajar solo con un individuo, tiene un problema».
Te invitamos a acceder a la grabación del conversatorio.
Algunos datos
En 2019, el estudio regional “Niñez que cuenta” plantea la estimación de que en la región de América Latina y El Caribe existen aproximadamente 2.3 millones de niños, niñas y adolescentes con al menos uno de sus padres privados de libertad (NNAPES). De acuerdo al informe anual 2021 del Comisionado Parlamentario Penitenciario, en abril de este año, se han superado las 14.200 personas privadas de libertad, lo cual nos lleva a estimar que más de 18.000 niños, niñas y adolescentes se encuentran viviendo esta realidad en nuestro país.