Se realizó consulta a niños, niñas y adolescentes con referentes adultos privados de libertad
27-12-2017
La consulta se llevó adelante con el motivo de hacer visible la situación de las niñas, niños y adolescentes con un referente privado de libertad, y surgió a través de un proyecto de la Oficina de la Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas, sobre la Violencia contra los Niños, junto con Gurises Unidos y la Plataforma NNAPES, que trabaja sobre esta problemática en América Latina y Caribe.
En la consulta participaron niños, niñas y adolescentes de entre 6 y 17 años, provenientes de ocho países de la región: Argentina, Brasil, Chile, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Uruguay.
El estudio mostró que se trata de niños, niñas y adolescentes con una gran vulnerabilidad y desamparo y que esta situación se profundiza cuando un padre, madre o tutor resulta privado de libertad.
Se destaca que la privación de libertad genera consecuencias negativas en los niños, niñas y adolescentes en todos los ámbitos en los que se desarrollan. Una de estas consecuencias corresponde a la estigmatización y condena social. “En la escuela, a la gente que no les caes bien te dicen: ‘Ay, tu familiar está en la cárcel. Empiezan a decir cosas de ti como si fueras el delincuente”, expresó un adolescente mexicano.
El impacto negativo en la vida familiar está dado por cambios en el clima, cuidado y economía familiar. Una adolescente, también mexicana, señaló que su familia cambió mucho cuando su padrastro fue privado de libertad: “Mi mamá ya no comía, dejó de hacer cosas y se iba a vender y todo eso, no llegaba hasta la una o las dos de la mañana, y a mi hermanito chiquito nadie lo cuidaba”. Es común que estos niños, niñas y adolescentes asuman los roles adultos.
Muchas veces están expuestos a trabajo infantil, situaciones de violencia, experiencias de vida en calle y explotación sexual.
Una de las consecuencias más importantes es el impacto afectivo y emocional. El informe señala que sienten tristeza y dolor, miedo, vergüenza, odio y rabia entre los sentimientos más comunes.
Estas situaciones por las que atraviesan los niños, niñas y adolescentes con referentes adultos privados libertad llevan a que aumente la deserción escolar, ya que tampoco las instituciones educativas son capaces de dar respuestas. “Yo no fui a la escuela hasta que mi mamá y papá salieron de la cárcel”, dijo un niño nicaragüense.
Por último, los niños, niñas y adolescentes participantes del estudio realizaron estas recomendaciones a los Estados:
- Fomentar espacios de escucha y diálogo con los niños con referentes adultos privados de libertad.
- Brindar apoyo psicoafectivo y económico a las familias.
- Realizar programas intersectoriales con énfasis en el sistema educativo.
- Proteger el derecho de las familias a vivir libres de violencia
- Diseñar acciones de prevención y tratamiento de adicciones
- Implementar cambios en la detención y allanamientos.
- Reformar los sistemas de penitenciaría con mejor calidad y tiempo en las visitas en los centros penitenciarios.